jueves, 13 de abril de 2017

FUZZ - II (USA, 2015)


Ty Segall se ha convertido en una de las principales figuras del rock de los últimos años. Con sus virtudes y sus defectos, el californiano se ha convertido en una referencia en la escena actual en parte gracias a su profusa creatividad, que le ha permitido grabar infinidad de discos con diferentes proyectos y colaboraciones en apenas 10 años.

Pero no solo es una cuestión de cantidad. En mi opinión, la principal virtud de Ty Segall consiste en haber puesto de acuerdo, no solo a crítica especializada y público, sino también a diferentes tipos de oyentes con gustos muy diferentes, gracias sobre todo a un sonido moderno pero que a la vez se nutre de referencias 60's y 70's.

Así pues, y aunque su proyecto principal es como Ty Segall o Ty Segall Band, por las características de este blog me parece lo más adecuado escoger a Fuzz para presentar a Segall en sociedad. Y es que mientras como Ty Segall se prodiga en una vertiente más garagera y noise rock, en Fuzz da rienda suelta a su lado más heavy psych, siempre desde su particular perspectiva.

Es cierto que en su primer álbum (Fuzz, 2013) quiza se adapte más a esa etiqueta de heavy psych y stoner rock de potentes riffs y que en este segundo se haya aproximado más a la psicodelia y el garage pero ambos discos resultan igualmente interesantes para ver esa faceta que Ty Segall quizá no puede explotar en solitario y que sí lo puede hacer en Fuzz, de amor por los riffs pesados a lo Sabbath y la psicodelia más dura a lo Blue Cheer.

Es cierto que en este segundo disco, y esto no ocurría en el primero, Fuzz se exceden ofreciendo 14 temas (además el último de 14 minutos) de forma que se cuelan algunos de relleno, pero hay que recordar que estamos hablando de Ty Segall, siendo esta incontinencia compositiva una de las características que lo definen como músico y ante la que nada se puede hacer. No obstante, me gusta más este disco, aparte de por su sonido más psicodélico porque tiene algunos temazos de los que carecía su notable debut. Cortes como "Let It Live", "Pipe", "Silent Sits the Dust Bowl" o el tema que para mí redefine la psicodelia pesada de los 70 a los canones actuales como es "Say Hello", un temazo de bandera. Por no olvidarnos del exceso y la locura del tema final, "II", que es un canto de amor a las jams psicodélicas de la época.

Un disco que, como decía al principio tiene todo lo bueno y también lo malo de Ty Segall, pero que en su conjunto se constituye como una obra de referencia por aunar lo nuevo y lo viejo. Aquí no hay copias ni homenajes a grupos antiguos sino que todo suena a nuevo aunque su sonido sea más que reconocible.

 Un trabajo que actualiza el heavy psych a los parámetros actuales como ningún otro disco de revival ha podido hacer, lo cual se ejemplifica en su mejor corte, "Say Hello", bandera de de este monumento psicodélico.

VALORACIÓN:  8'5-9

TEMA CLAVE: "Say Hello"

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